jueves, 9 de septiembre de 2010

Como siempre... ahí están, nuestros errores.

Si por algo se caracterizan los errores por mucho que nos pese es nuestra asiduidad a cometerlos. Siempre estamos ahí dispuestos a que vuelva a pasar, maldita manía de pensar que las cosas pueden cambiar. Confiamos en que cada situación es diferente, que está vez es la definitiva, que somos el tres previo al inicio de la carrera. ¿Diferente o similar? Siempre la misma historia. Pero si algo nos consuela es que no dejan de ser viejos conocidos, y algo en nuestro interior les dice: hasta luego, viejo amigo. Si es que muchas veces más vale malo conocido que bueno por conocer. La vida no deja de ser una IRONÍA, con unos cuantos amigos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario