miércoles, 1 de diciembre de 2010

Juegos de niños

"Los amigos son como las gafas: te hacen parecer inteligente pero se rallan enseguida y no veas si cansan...
Afortunadamente a veces uno encuentra gafas que molan yo, tengo a Sophie
".

Entre las muchas chorradas que rozan la genialidad está es la más adecuada para hoy. Hoy, un día que nada tiene de especial, hoy me levantaré, desayunaré, cogeré el autobús, iré a clase, reiré, volveré... en fin, un día normal. Pero simulanéamente un día extraordinario para unas preciosas gafas, que forman parte de mi vida. Cuando las encontré, otro día normal hace años, supe que estaría con ellas siempre, porque es prácticamente imposible que me canse de ellas, pues, hace que los días normales sean más que increíbles, sean geniales...

P.D: Felicidades...

María.

jueves, 25 de noviembre de 2010

¿eres feliz?

La respuesta es fácil, ¿no? Vivimos en un mundo en el que ni nos planteamos la respuesta: SÍ, ¿verdad?, seguro que en tu interior ya habías afirmado... Mi necio amigo, me has mentido, bueno no, te has mentido; pero al fin y al cabo todos mienten.

Si me preguntas a mí, la respuesta también es fácil: NO, no soy feliz. La felicidad no existe -si no te extrañes tanto, que en tu interior ya lo sabías-, sólo tenemos instantes y momentos felices en nuestras vidas. Pero nunca, nunca, nunca... somos completamente felices, pero no te preocupes forma parte de nuestra naturaleza mentirosa e inconformista: nunca disfrutamos de las pequeñas cosas que nos hacen vivir unos segundos pensando que la GRAN MENTIROSA SOY YO.
María

Se vende

"Vendo mi alma al mejor postor"


María.

lunes, 11 de octubre de 2010

Gracias

Damos las gracias constantemente, en muchas ocasiones sin sentido, ya sea por obligación o por formalidad. Por ello, muchas veces no tienen significado, nos encontramos ante un término vacío. Pero hoy es distinto, ahora es distinto, yo soy distinta... GRACIAS.
Gracias por ser tu misma,
por tus virtudes, pero sobretodo por tus defectos.
Gracias por estar ahí, a mi lado,
pero también cuando lo estás enfrente, detrás, en la sombra...
cuando tan sólo estás.
...Simplemente, Gracias por todo.
P.D: para ti, lo sabes.

lunes, 4 de octubre de 2010

Todo tiene su parte con y sin

Odio la vida,
porque odio la muerte.

Sin oscuridad, no hay luz;
sin luz, hay miedo;
sin miedo, temeridad;
sin temeridad, cautela;
sin cautela: inconsciencia.

Con inconsciencia: muerte;
Sin inconsciencia: no hay modo de vivir.

Porque a veces se hace difícil pasar los días.

María

domingo, 26 de septiembre de 2010

Lo atractivo de lo nuevo...

Lo conocido, nos gusta porque allí nos sentimos cómodos, nos movemos con total libertad, todo está bajo nuestro control, no hay nada que se nos resista porque no hay nada por descubrir. Pero opuesta a esta sensación confortable se encuentra lo desconocido y la incertidumbre de lo que vendrá, el miedo y la expectación de como será hacen que sea irrefrenablemente atractivo. Tal vez mejor, tal vez peor. Pero nos hace soñar, imaginar, planear... nuevas situaciones, emociones... Tal vez nos haga sentir distintos aunque sea por breves minutos.

P.D: Con ganas de empezar con nuevos planes, historias...en fin, con ganas de vivir. Porque en la rutina de los días siempre hay cosas por descubrir y redescubrir.

María.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Como siempre... ahí están, nuestros errores.

Si por algo se caracterizan los errores por mucho que nos pese es nuestra asiduidad a cometerlos. Siempre estamos ahí dispuestos a que vuelva a pasar, maldita manía de pensar que las cosas pueden cambiar. Confiamos en que cada situación es diferente, que está vez es la definitiva, que somos el tres previo al inicio de la carrera. ¿Diferente o similar? Siempre la misma historia. Pero si algo nos consuela es que no dejan de ser viejos conocidos, y algo en nuestro interior les dice: hasta luego, viejo amigo. Si es que muchas veces más vale malo conocido que bueno por conocer. La vida no deja de ser una IRONÍA, con unos cuantos amigos.

lunes, 9 de agosto de 2010

Segundos

Es algo que empezó a crearse en milésimas de segundo en mi cabeza, ante una belleza que me impacto e inundo, de la que me sentí parte, en la que me hubiera gustado hundirme, a la que hubiese querido consolar. Pero ese segundo pasó...y a penas quedaron palabras y un vago recuerdo...

Vi a través de sus gafas que el tiempo ya había pasado
mientras surcos dibujaban formas de una vida
una vida que me había dedicado,
como reflejo de un sueño propio, de una salida.
Esos cristales mostraban una mirada cansada del pasado,
esperanzada con el presente, y ansiosa del futuro.
Una vida llena de miradas o una mirada llena de vidas.
No lo sé.

jueves, 8 de julio de 2010

Miles de estrellas

Un día alguién trajo esta historia hasta mi, y no sabe que todos los días la recuerdo, porque no hay mejor modo de empezar un día, una idea, un pensamiento...un blog.

"Había una vez un escritor que vivía a orillas del mar; una enorme playa virgen donde tenía una casita donde pasaba temporadas escribiendo y buscando inspiración para su libro. Era un hombre inteligente y culto y con sensibilidad acerca de las cosas importantes de la vida.

Una mañana mientras paseaba a orillas del océano vio a lo lejos una figura que se movía de manera extraña como si estuviera bailando. Al acercarse vio que era un muchacho que se dedicaba a coger estrellas de mar de la orilla y lanzarlas otra vez al mar.

El hombre le preguntó al joven que estaba haciendo. Este le contestó; "recojo las estrellas de mar que han quedado varadas y las devuelvo al mar; la marea ha bajado demasiado y muchas morirán".

Dijo entonces el escritor." Pero esto que haces no tiene sentido, primero es su destino, morirán y serán alimento para otros animales y además hay miles de estrellas en esta playa, nunca tendrás tiempo de salvarlas a todas".
El joven miró fijamente al escritor, cogió una estrella de mar de la arena, la lanzó con fuerza por encima de las olas y exclamó " para ésta... sí tiene sentido".
El escritor se marchó un tanto desconcertado, no podía explicarse una conducta así. Esa tarde no tuvo inspiración para escribir y en la noche no durmió bien, soñaba con el joven y las estrellas de mar por encima de las olas. A la mañana siguiente corrió a la playa, buscó al joven y le ayudó a salvar estrellas"


Porque queremos ser niños, y acabamos siendo hombres con miedo a regresar a la playa.